La usabilidad no es sólo una palabra bonita que suena bien en reuniones de diseño o Tech Talks. Es, literalmente, lo que separa una experiencia digital frustrante de una que te hace decir: “¡Wow, qué fácil es de usar!”.
La usabilidad es lo fácil, intuitivo y agradable que resulta usar un producto digital. Desde apps hasta plataformas complejas, si el usuario se pierde, algo está mal. Una buena usabilidad elimina fricciones, anticipa necesidades y guía al usuario como si todo fluyera de manera intuitiva.
Tener un diseño bonito no es suficiente. Si tu usuario no entiende cómo usarlo, se va. Así de simple. Una buena interfaz —una que realmente se pueda usar— hace toda la diferencia: mejora la retención, reduce errores, acelera tareas y sí, también convierte más.
¿Te acuerdas de la serie Silicon Valley? En la serie, el protagonista lanza una app que promete ser revolucionaria. Todos creen que será un hit hasta que descubren que, aunque muchas personas la descargan, casi nadie la usa. ¿La razón? Sólo un grupo muy específico entendía cómo funcionaba. Para el resto, era muy complicada. O sea, cero usabilidad. Resultado: tuvieron que meterle tiempo (y mucho dinero) para corregir ese error gigante. Moraleja: si no se puede usar, no sirve.
Y entonces, ¿cómo saber si tu plataforma es amigable? Muy fácil, puedes aplicar alguna de estas herramientas, aquí te decimos en qué consiste cada una.
Consiste en dar tareas reales a personas reales (comprar, llenar un formulario, encontrar info) y ver si sobreviven. Cómo se mide:
Pones a pelear dos versiones de una página (la A vs. la B) y ves cuál gana en la vida real. Cómo se mide:
Herramientas como Hotjar muestran dónde hacen clic y scroll tus usuarios, y qué partes ignoran olímpicamente. Cómo se mide:
Videos de usuarios reales usando tu web/app. Literal, ves todo. Cómo se mide:
Cuestionario estándar de 10 preguntas para medir qué tan usable es tu producto. Cómo se mide:
Jakob Nielsen es un gurú de la usabilidad. Lleva décadas estudiando cómo hacer interfaces que no hagan sufrir a la gente. Fundó Nielsen Norman Group junto a Don Norman (sí, el del libro de The Design of Everyday Things) y básicamente, puso las reglas del juego para diseñar experiencias decentes.
Si tu diseño no cumple con estos principios, prepárate para ver a tus usuarios huir como si hubieras puesto Comic Sans en negritas.
Influye en todos: desde cómo organizas el contenido hasta los microcopys que guían al usuario. El diseño completo debe rendirle culto a la usabilidad. En UiX, por ejemplo, diseñamos flujos que hacen que la gente diga “No sé por qué me encanta esto… pero ¡me encanta!”. Ese “No sé por qué”, es puro diseño con cabeza. Es usabilidad bien hecha.
¿Quieres hacer equipo?